viernes, 4 de mayo de 2007

VinyaRock 2007: La maldición de Villarrobledo

Lluvia, Rock & Roll y miles de personas acampando acabó resultando una apuesta arriesgada para los tres días de Festival de Arte Nativo en Benicàssim. El público no defraudó a la decimosegunda edición del ViñaRock, cuyo nombre proviene de Villarrobledo, ilustre ubicación albaceteña del festival. Su espíritu permaneció entre los asistentes y en las instalaciones, pero sobretodo durante los fugaces apagones por todo el recinto, con los cánticos de la hinchada aclamando a su antiguo amigo…Villarrobledo! Villarrobledo!

Sólo llegar a Castellón ya se podía notar el éxodo popular, la autopista llena de coches y los trenes a rebosar. El Ayuntamiento de Benicàssim había habilitado tres campings, los dos pequeños (La Pastora / Morera) junto al recinto y el principal (Bonet) a dos kilómetros pero con más equipamientos. Los menores se ocuparon de inmediato, sobrepasando su capacidad, mientras que Bonet se organizó correctamente. Paralelamente había mucha gente que no pudo comprar la entrada con camping incluido, sólo les quedaba ir a campings privados o embarcarse en la peligrosa aventura de la acampada libre. El tema del camping es importante por lo que se avecinaba pero también por ser la esencia festival, ya que el ViñaRock no seria lo mismo sin el ambiente que se respira en las tiendas. A parte de olores diversos, podían encontrarse a personas unidas por la música, vecinos que se convierten en compañeros y una alegría desbordada. Los conciertos empezaban alrededor de las cinco de la tarde, los más entusiastas hacían pleno permaneciendo hasta diez horas seguidas aclamando a sus ídolos. El cartel, sobresaliente como cada año, aseguraba espectáculo con cuarenta grupos y cuatro escenarios para todos los gustos (Matarile-Rock, Senheiner-HipHoP, NewRock-HeavyMetal i Republica-Rumba).

El pistoletazo de salida se produjo el viernes 27, con Manu Chao (se podían ver pintadas por el recinto apodando al músico hispano-francés Manu Duchao), el solemne Rosendo y los incansables Barón Rojo como cabezas de cartel. La lluvia amenazaba suavemente, hasta era agradable para superar el calor de la multitud, sin suponer ningún problema mayor para el público.

La jornada del sábado 28 quedará grabada en la mente de todos los asistentes. Lo que parecía un amanecer agradable se transformó en una mañana triste y nublosa, los antiguos caminos avivados por comerciantes de collares y bocadillos acabaron siendo ríos de barro encharcados. La tarde transcurrió lloviendo sin descanso pero los grupos seguían tocando y los incondicionales bebiendo para “ahogarse” en sus penas. Al caer la noche llegó el diluvio universal que provocó apagones y la suspensión de conciertos tan esperados como Sociedad Alcohólica y los flamencos G5. Por otro lado el único grupo extranjero del festival, los metaleros Soulfly, protagonizó una puesta en escena estelar, jugándose el físico bajo la lluvia y con los focos enfocando a un público verdaderamente entregado pero empapado. A partir de aquí, el drama. El agua hasta los tobillos y la acampada libre, un caos. Sorprendían las numerosas tiendas-isla (completamente rodeadas de barro y agua), con sus ocupantes a la intemperie. Los afortunados durmiendo en los coches y los de la RENFE en el polideportivo local o en los cajeros. Los campings oficiales tuvieron mejor suerte pero no se salvaron de las riadas y de alguna que otra tienda inundada. Destacar que la organización ha comunicado que cambiará el nombre de su escenario más emblemático, Matarile, por el de 2007 en honor al público.
Finalmente, la maldición de Villarrobledo perdonó al público que tanto le había dado, alejando las nubes para que saliese un Sol realmente merecido. El domingo fue un día pletórico, el público tenía ansias de música y la organización respondió alargando el horario con las actuaciones suspendidas del sábado. Esta vez, los precavidos fueron los perjudicados al quedar atrapados entre los jerséis, los chubasqueros y las bolsas de plástico en los calcetines. The Locos (el nuevo Ska-p), Macaco (la mezcla intensa de estilos), Reincidentes (el rock de siempre), Fermín Muguruza (reagee en euskera), S.A (el concierto más multitudinario), Ojos de Brujo (mestizaje por excelencia), Boicot (con su inigualable Cualquier día) y Los Delincuentes (flamenco-rumba pegadizo y alegre) completaron un cartel de lujo que dejó satisfecho al público.

La lluvia no detuvo la fiesta y las ganas de los fieles viñarockeros, la música brilló con todo su esplendor entre las tinieblas de truenos y relámpagos.

4 comentarios:

Carlos López Servián dijo...

Sinceramente, y sin regalar flores gratuitamente, te felicito por haber hecho sentir a alguien que jamás se habría planteado ir a este festival, verdadera envidia sana a todos aquéllos que lo disfrtasteis, lluvia incluida.

Genial

Visas dijo...

Es nota que t'ho vas passar de puta mare nen.
T'he vist bé en castellà tiu. El text està bé xatu, informatiu i a la vegada ensenyant, en clau d'humor(no tan ben amagat com et penses), que vas disfrutar.
La foto molt guapa.

Irisitis dijo...

Ei, molt wapa la crònica, de veritat. Tenia curiositat per llegir-la. Espero que l'any vinent es repeteixi aquesta experiència, que sens dubte i com es refleexteix en aquest text, ha sigut genial.

Unknown dijo...

`stia tito, ja és l'últim que em faltava per veure!! bona crònica d'un Vinya on mai vaig ser!Salut i castells!

P.D: les descripcions dels grups de dissabte sí que fan riure jaja!!

Joni